miércoles, 6 de octubre de 2021


  

Adargoma y Aguacoromos


Antiguos nombres propios posiblemente relacionados con términos de la toponimia antigua [048] El Lomo Tacoronte y [082] El Lomo Acoroma.


Adargoma, antiguo nombre propio de la isla de Gran Canaria:

"Era Adargoma hombre de mediana estatura, tenía las espaldas muy anchas, y por esto le llamaban Adargoma, que es decir espaldas de risco"

Abreu Galindo, J. 1940 [1632]:  Historia de la Conquista de las Siete Islas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias), p. 123


Posibles términos bereberes a comparar: Adar y adrar con el significado relativo a un accidente orográfico, tipo 'montaña', 'risco', más la inclusión del término akurum bajo el significado de  'lomo, espalda'.

Aguacoromos, antiguo nombre propio de la isla de La Gomera.

"Hubo en esta isla [La Gomera] hombres valientes cuya memoria en sus cantares dura hasta hoy, como era Aguacoromos [...]"

Abreu Galindo, J. 1940 [1632]:  Historia de la Conquista de las Siete Islas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias), p. 54


Considerando las siguientes partículas catellanizadas gua o agua constructos de la partículas bereberes wa o awa, respectivamente, bajo el significado de 'este, el de',
se incluye la hipótesis del término akurum cuyo étimo remite con la descripción anteriormente comentada de  'lomo, espalda'.


Confrontar con las mencionadas entradas relacionadas de los nombres de lugar de [048] El Lomo Tacoronte y [082] El Lomo Acoroma.



lunes, 7 de junio de 2021

 



Araca



Ver entrada antigua: [089] Araca (topónimo en uso)
[X: 362974 / Y: 3141697 / Z: 671]


Macrotopónimo que identifica un intervalo de una profunda depresión y su espacio inmediato localizado en las medianías y cumbre de Igueste de Candelaria.


Derivado del mencionado apelativo, Araca, reportamos de la tradición oral los siguientes microtopónimos asociados: el Andén de Araca, los Riscos de Araca, el Castillo de Araca y el denominado popularmente Barranco de Araca.


Acerca del primer término arriba anunciado la tradición iguestera da cuenta de un paso angosto, expuesto y risquero: el Andén de Araca, nombre reiterado además en algunas fuentes escritas bajo estas dos variantes: El Andén de Araca (AT-1935) y Andén Araca (AT-1935). Asimismo reportamos estos otros dos microtopónimos que tienen que ver, presumiblemente, con el relieve accidentado que configura este espacio: el Castillo de Araca, nombre que, de acuerdo al mismo criterio, identifica la fortificación rocosa en la cabecera del enclave de Araca y, por otra parte, los denominados Riscos de Araca, apelación que, como su propio nombre indica, identifica también a las formaciones rocosas, precipicios escabrosos y de difícil acceso localizados en el arco del precitado espacio.


Mención aparte merece, por su parte, el término Barranco de Araca. Se trata, a grandes rasgos, del principal accidente geográfico que vertebra este enclave, cuyas características más singulares se definen grosso modo por lo que sigue: una acusada y profunda depresión del relieve, cercada en buena parte por notables paredes acantiladas que alcanzan más de 50 m de desnivel en algunos tramos.


A modo de principal cuenca hidrográfica, la depresión de Araca, así denominada por extensión, es junto a la de Charcorche la más profunda de cuantas cuenta el denominado Valle de Igueste de Candelaria. En etapa de lluvias intensas recoge un importante caudal de agua de los afluentes de la sierra, preferentemente desde el arco que va desde la denominada Boca del Valle hasta Las Chapas de Jaracara, a modo de sistema de drenaje natural de la cabecera del valle en su conjunto (ver entrada relacionada [70] Las Chapas de Jaracara) .






Particularmente, este enclave así denominado, Araca, ha estado tradicionalmente relacionado con la actividad ganadera, sirviendo de área de pastizales para el abundante ganado caprino y ovino, tanto el salvaje como el guardado al pie por los pastores iguesteros (ver entrada relacionada [020] El Corral de la Fajana) que lo frecuentaban en centurias pasadas. Del mismo modo ha sido un área de aprovisionamientos puntuales de pequeños remanentes de agua, charcos y eres que en cierta forma han quedado eclipsados por la revolución que produjo la actividad extractiva de las galerías de agua durante el pasado siglo veinte.


En lo que concierne a las fuentes escritas propiamente dichas se documentan numerosos registros del mencionado topónimo Araca para el pasado siglo veinte, vinculados en su mayor parte a los dos motivos arriba descritos: a causa de la identificación de su relieve depresivo, en tanto que profundo barranco, y en virtud de la explotación minera destinada a alumbrar aguas mediante la perforación de numerosos pasos subterráneos. A este respecto llamamos la atención, entre otros tantos, de estas entradas que se hacen eco del topónimo:


Aguas subterráneas en el barranco de Araca (BAC-1919), galería del Barranco de Araca (EP-1932), Barranco de Araca (EP-1932), las aguas de los nacientes de "Araca" (GT-1910), Araca (GT-1929, BOC-1893, GT-1934, SA-1952), Acueducto Araca (GT-1932) varios, agua de Araca (GT-1933), aguas de Araca (H-1933), Araca de Abajo (AT-1935), Araca de Arriba (AT-1935), explotación de aguas del Barranco de Araca (EP-1929), Barranco de Araca (EP-1929 y BOC-1924), la atarjea del Barranco de Araca (H-1933 y GT-1934), Fuente Araca (AT-1935), aguas de Araca (H-1932), canal de Araca (AI-1946), Araca (H-1933 y AT-1935), Mesita en Araca (AT-1935), Barranco Araca (AT-1935), agua de Araca (H-1933, GT-1932, GT-1933), aguas del Barranco de Araca (EP-1915), Pie en Araca (AT-1935) caudal de Araca (H-1934), aguas en el Barranco de Araca (DT-1915), galerías en el Barranco de Araca (DT-1910 y EP-1910).


En lo que concierne a la centuria del diecinueve destacamos asimismo estas otras entradas relacionadas: Araca (BOC-1897), Barranco de Araca (LO-1899), Barranco de Araca (DT-1899), "Araca" (BOC-1887).


Tramo del Barranco de Araca, en el pago Igueste de Candelaria


Entre estas mismas centurias, don Juan Bethencourt Alfonso incluye el topónimo en la compilación de nombres de origen guanche:


«Araca, barranco y riscos de, en Igueste de Candelaria».



     Araca. Juan Bethencourt Alfonso: Historia del Pueblo Guanche. Manuscrito original de la Biblioteca de la ULL



En lo que se refiere a los posibles paralelismos del mencionado nombre de lugar Araca anotamos lo que sigue: tomando en consideración la partícula inicial ar que, de acuerdo a algunos especialistas, expresa fundamentalmente la cualidad de relación de lugar, sugerimos se tenga en cuenta, estudie y analice por los mismos el siguiente nombre bereber: aqqa. Particularmente es un término, usado como nombre de lugar en algunas zonas berberófonas, cuya etimología remite a los siguientes significados: 'valle', con el sentido de la morfología del relieve de cuenca de un río, es decir territorio cuyas aguas afluyen todas a un mismo río, del mismo modo que este otro significado relacionado con la abrupta orografía que lo define: 'desfiladero muy estrecho, un cierre o una garganta utilizada como pasaje'.


Acerca del desglose de este apartado, en donde se incluyen, además, otras hipótesis que han comentado los especialistas a este respecto, nos remitimos a lo expuesto en la siguiente entrada [100] Topónimos a confrontar.



miércoles, 2 de junio de 2021

 


Chafache 

 

Ver entrada antigua: [095] Chafache (topónimo en uso) [X: 364676 / Y: 3140062 / Z: 285]


Nombre de lugar que identifica una región localizada en Igueste de Candelaria, entre el cauce del llamado Barranco de Chacorche y la denominada Mesa de Araya.



A grandes rasgos, la región designada bajo el término Chafache hace alusión al  espacio que ocupa una de las faldas de la popularmente conocida como La Ladera, La Mesa o la Mesa de Araya. Este paquete montañoso se constituye a partir de una sólida elevación del relieve que se interpone entre dos valles: el de Igueste de Candelaria y el más extenso popularmente denominado de Güímar. Las tierras de Chafache se hallan orientadas hacia la vertiente septentrional de este citado relieve, extendidas a partir del borde  de este  paquete montañoso, aproximadamente, entre los 350 y 500 metros de altitud y descendiendo con un moderado gradiante de inclinación hacia el cauce del denominado Barranco de Charcorche.


Atravesando
las tierras de Chafache se halla la principal vía de comunicación (junto a la de El Robado) que asciende de forma oblicua y en zigzag  a la mencionada elevación de La Ladera o La Mesa. De acuerdo a la tradición este fue el medio por el que los iguesteros, principalmente, subían hacia la cúspide de la precitada elevación con el objetivo de atender los campos de labor y bajar sus usufructos, antaño sembrados de pan sembrar, preferentemente cebada y trigo, además de viñas.


Acerca del criterio con el que la tradición enuncia este citado macrotopónimo cabe destacar su carácter uniforme: Chafache. Dentro del espacio que acapara esta designación se hallan otros microtopónimos asociados, a saber: la Fuente de Chafache, pequeño manantial de aguas intermitentes, el Risco de Chafache, peñón rocoso, el Camino de Chafache, vía anteriormente mencionada que asciende hasta la Mesa de Araya, o la denominada Piedra de Chafache,
entre otros a destacar (ver entrada relacionada ([029]  La Piedra de Chafache), este último considerado como un hito orográfico utilizado como punto de encuentro y descansadero en el pasado.




Por lo que respecta a las fuentes escritas contamos, al menos, con las siguientes entradas para el pasado siglo veinte: Piedra de Chafacha (AT-1935), Bajo Chafache (AT-1935), Chafache (AT-1935), Arafache (AT-1935), Debajo Chafache (AT-1935), Piedra de Chafache (AT-1935), Chafarche (AT-1935).


En este intervalo de tiempo, siglo veinte, el investigador chasnero Juan Bethencourt Alfonso deja anotado el topónimo Chafache en su particular inventario de nombres de lugar de origen guanche, bajo la siguiente leyenda:

«Chafache, fuente y región en Igueste de Candelaria»



Chafache. Juan Bethencourt Alfonso: Historia del Pueblo Guanche. Manuscrito original de la Biblioteca de la ULL
 

En lo que concierne, por su parte, a entradas anteriores, propias de mediados de la centuria del diecinueve, destacamos, al menos, las que a continuación se detallan. Bajo la variante la Vuelta de Chafache, término consignado en un traspaso de tierras entre don Miguel Faustino Chico, vecino de Araya y don Juan del Sacramento Torres que lo era del pago de Igueste de Candelaria:

«[...] en dicho pago de Igueste en la Ladera donde dicen la vuelta de Chafache lindando por el naciente un risco atravezado [...]
» (DO-1850)


Camino de Chafache, principal vía de comunicación que asciende a La Mesa o La Ladera.


Y, finalmente, bajo la variante que aglutina al macrotopónimo de Chafache en otro traspaso de bienes entre María Josefa de Sosa, vecina de Igueste, y el beneficiario Tomás Sánchez, residente en Tacoronte:



«[...] en dicho pago Pago de Igueste donde dicen Chafache [...] [confinando] por el norte con el Barranco de Chacorche [...]» (GG-1844)


Como remate a lo citado hasta el momento, sugerimos que se constrasten algunas posibles correspondencias entre el mencionado guanchismo de Chafache y algunos términos propios de las hablas bereberes.
Siguiendo a lo expresado por algunos especialistas acerca del siguiente prefijo y sufijo: ch - che, que obedecen a una peculiar forma de índice de género femenino en ocasiones con la categoria de diminutivo en bereber, sugerimos que se contraste a este respecto con el siguiente término bereber: afa, en singular, y su correspondiente plural afaten cuyo étimo remite a lo que sigue: 'cima de alguna montaña o colina' , 'cumbre' 'el pico más alto de una montaña', 'borde (de una elevación)'.


En lo que concierne a la variante consignada como Arafache, actualmente en desuso,
sugerimos del mismo modo que se tenga en cuenta y sopese todo lo mencionado para el citado término afa  en su forma plural: afaten, tomando en consideración previamente que, de acuerdo a lo expresado por algunos especialistas del bereber, la partícula inicial ar expresa fundamentalmente la cualidad de relación de lugar.

Por lo demás, nos remitimos asimismo a las posibles correspondencias de relación entre el precitado topónimo Chafache y su posible paralelo bereber afa con el siguiente topónimo de Araya: Chafa (ver entrada [145] Chafa).

Acerca de las particularidades de lo anunciado para Chafache y el término bereber afa nos remitimos finalmente a la siguiente entrada [100] Topónimos a confrontar.



martes, 25 de mayo de 2021



Tíncer


[129] Tíncer (Tincer), ant. munc. El Rosario (topónimo en uso) [X: 372270 / Y: 3147018 / Z: 328]


Nombre que identifica una amplia región localizada en la antigua jurisdicción de El Rosario. La zona actualmente se ha convertido en un popular núcleo demográfico densamente urbanizado.


A grandes trazos se trata de un macrotopónimo que identifica una extensa área de tierras donde podemos señalar algunos hitos que lo delimita: a naciente, un antiguo camino real que atravesaba la región, denominado popularmente El Camino Real de Candelaria, en su vertiente meridional con el denominado Barranco de Marrero, por el lado opuesto, esto es, el que mira hacia Anaga, con la zona llamada popularmente La Campana y en su frontera más septentrional aproximadamente con la zona denominada El Gramal.

Desde el punto de vista geomorfológico se trata grosso modo de una elevación del terreno que confina, contrasta y se alza en las cercanía de dos depresiones del relieve: El Barranco de las Lajas, que nace aproximadamente en la zona llamada Los Charcos de Taco y El Barranco de Marrero que recoge a su paso las aguas pluviales de la medianías de la comarca de Geneto.

Reportamos un único criterio procedente de la transmisión oral en la actualidad: Tíncer (Tincer); de donde anotamos estas dos variables en tanto que asentamiento histórico: Tincer Alto y Tincer Bajo.

Panorámica de la elevación de Tincer, al naciente, pie del 
Barranco de Las Lajas
de Taco.



En lo que concierne a las fuentes documentales cabe señalar que el investigador chasnero Juan Bethencourt Alfonso consigna estas dos variantes en su inventario de nombres de origen guanche entre finales del siglo diecinueve y principios del siglo veinte: Tincer y Tinzer, la primera variante del término, en tanto que caserío, adscrito al investigador Chil y Naranjo, mientras que la segunda, por su parte, corresponde a obra de la  recopilación del propio investigador. En este último testimonio el chasnero desarrolla la siguiente leyenda:

«Tinzer, el auchón de Tínzer, estaba junto [cita de la data original: Datas libro 3º, 1502] al barranco de Tinzer (hoy de Pacho), que pasa por el pie de montaña de Taco, en la Cuesta por [superpuesto] el limite Este del reino de Güimar».


Tincer. Juan Bethencourt Alfonso: Historia del Pueblo Guanche. Manuscrito original de la biblioteca de la ULL



Tinzer. Juan Bethencourt Alfonso: Historia del Pueblo Guanche. Manuscrito original de la biblioteca de la ULL

Las referencias del médico chasnero fueron obtenidas del registro de las cédulas de repartimientos efectuadas tras la Conquista; en algún caso hay que señalar que se trata de una cita un tanto confusa en su contextualización, puesto que en la misma cédula se agrega que el mencionado término de Tinzer se halla localizado en la comarca de Acentejo, es decir, en la vertiente norte de la isla:
 

«[...] una cueva y avchon que se llama Tinzer que es en Acentejo, con más 6 fanegadas de tierra en el mismo lomo [...]» (D-I-IV 1522-1555)


«unas cuevas que se llaman Tynzer, que están dentro del barranco del Albareda (¿Albarrada?) [...]» (D-I-IV1499)

En lo que atañe, por su parte, a los asientos que se pueden rastrear durante la Edad Moderna es pertinente señalar lo que sigue: en numerosos casos aparece consignado el término de Tinser o Tinzer bajo la novedosa
variante histórica de Tinsar o Tinzar, con ambas grafías. Anotamos a continuación, entre numerosos testimonios a destacar, algunos extractos que atestiguan ambas variantes:


En la centuria del seiscientos, aparece reflejado el término precitado de Tinsar en una cesión de tierras en beneficio de Simón Pérez, vecino de la jurisdicción de La Laguna, en donde se especificaba el término compuesto la Suerte de Tinsar:

«[...] veynteysiete fanegadas de tierra de pan sembrar que son dodisen el camino de los Paxaritos termino de esta siudad dodisen Geneto que por otro nombre disen la suerte de Tinsar [...]» (PJ-1610)


Durante esta centuria el término así denominado aparece reflejado bajo la designación de Tinzar en el traspaso de tierras en beneficio de Matías Hernández Miguel, vecino de La Laguna, año de 1686:


«En el Pago de Jeneto donde disen Tinzar [...] [linda por arriba] Camino Real que ba desta dicha ciudad [La Laguna] a Taco y Santa Cruz [...]» (EM-1686)


Dos años más tardes aparecerá reflejado el término bajo la designación de Tinser, en virtud de una transacción de bienes entre Domingo Pérez y María de la O en beneficio del arriba mencionado Matías ternández Miguel:

«Un pedazo de tierra de pan sembrar que tenemos dodisen Tinser con la parte de una morada que esta dicho pedazo de tierra [...] linda el barranco que disen de Juan Castellano [...]» (EM-1688)


Y también nuevamente bajo la variante Tinsar: trapaso de tierras del capitán Tomás Pacheco Solís en la persona de Matías Hernández Miguel:

«[...] donde disen Tinsar [...] que estan en dicho pago de Heneto donde disen la montaña de Taco [...]» (EM-1688)

Bajo las grafías de Tinzer y Tinser: aval ante contrato de transacción de tierras de Francisco Uque Ossorio y declaración escrita de la última voluntad de Isabel Pérez donde declara bienes de su padre, respectivamente:

«dos cercados donde llaman Tinzer [...] [lindando] Varranco de Taco [...]» (FJS-1709)


«dos fanegadas y seis almudes de tierra calma y arboles por mas o menos donde disen Tinser pago de Geneto [...] linda por la parte asia Candelaria tierras que disen El Gramal [...] por arriva el Llano de Paxaritos [...]» (1714)


En una notificación entre José González Bethancur y José Antonio González Betancur aparece reflejado indistintamente los términos Tinser y Tinsar (Barranco de Tinsar): así ponen de aval hipotecario un conjunto de bienes como fianza del seguro del caudal de la Alhóndiga de La Laguna entre los que se hallaba el siguiente lote de tierras:



«[...] Donde llaman Tinser [confina] por el de esta ciudad [La Laguna] Varranco de Tinsar [...]» (RP-1762)




Ocho años más tarde, Catalina Ramos, vecina de Geneto, realizó una transacción de tierras a la persona de Antonio Jospeh Afonso de la misma vecindad, en donde dicen Tinsar:


«[...] media fanegada y una quartilla de tierra calma pan sembrar que tengo en dicho pago [Geneto] donde disen Tinsar [...] [linda] por la parte hacia esta ciudad [La Laguna] Camino Real que va a Los Andenes, y por la parte hazia Candelaria con la Vera del Risco de las Cuebas [...]» (DLC-1770)

 
 La variante de Tinsar aparecerá asimismo de forma reiterada a finales del Setecientos y principios del Ochocientos. De una parte aparece consignada en un traspaso de tierras en beneficio de Lázaro Abreu:

«siete fanegadas de tierra pan sembrar en que entra un cercado con una casa de piedra seca con los arrifes que tuviese que estan en el pago de Jeneto donde disen Tinsar» (Valdés -1793)

Por otra parte, en un acuerdo contractual entre
Andrés Rodríguez Izquierdo, vecino de La Laguna, que vende a Antonio Afonso de Torres lo que sigue:


«[...] en el pago de Geneto donde llaman Tinsar [...] una fanegada de tierra labradia y una casita dentro de ella cubierta de teja y madera blanca en dicho pago de Geneto [...]» (JAP-1807)


Como recopilación de todo lo dicho hasta el momento, cabe deducir el siguiente matiz a tener en cuenta: la convivencia de dos variantes orales, con sus diferentes variables: Tinsar y Tinser. Ambos testimonios aparecen escritos en virtud de la alternancia vocálica, ya por ser formas genuinas o como resultado de un fenómeno de alteración,  para designar la misma área objeto de estudio; terminando por imponerse la última variante, Tinser, hoy rotulado bajo la designación oficial de Tíncer o Tincer que es la que nos ha llegado hasta la actualidad.

En lo que atañe finalmente a posibles paralelos con los que poder comparar este mencionado término sugerimos que se tome en cuenta el siguiente vocablo ampliamente conservado en el ámbito de las hablas bereberes: Tinzert bajo la siguiente designación 'nariz', y, también, en su forma plural, Tinzar, bajo la noción de 'narices'; cuya aplicación en la morfología del relieve designa, generalmente,  una elevación del terreno más o menos prominente en relación
, a modo de semejanza, con esta zona saliente de la cara de los humanos y los animales.

Acerca del desglose de este mencionado término, Tíncer, nos remitimos más ampliamente a su entrada correspondiente en la referencia general [100] Topónimos a Confrontar.





miércoles, 19 de mayo de 2021

 

El Lomo Acoroma

[Entrada antigua número 82] Ver: [082] El Lomo Acoroma (topónimo en uso). Var.: Acoroma.


Nombre de lugar del popular enclave de Igueste de Candelaria que hace relación de una leve elevación del terreno, constreñida entre dos depresiones, cuya morfología se extiende a lo largo de un considerable espacio hacia poniente, aproximadamente, entre los 300 y 380 m.s.n.m.[ apróx. X: 365025 / y: 3140494 / Z: 331].

En el ámbito de la tradición oral hemos recogido las siguientes dos fórmulas: Acoroma y El Lomo Acoroma. En lo que concierne a las fuentes escritas, contamos con algunos testimonios que se hacen eco de este peculiar término para el pasado siglo veinte: Acaroma (AT-1935), Era Acorama (At-1935), Acoroma Alta (AT-1935) y varias entradas denominadas Acoroma (AT-1935). En este mismo sentido, se recoge el siguiente testimonio del citado término entre los bienes pertenecientes al iguestero don Alonso Oliva Alonso
en el año de 1900, a caballo entre el cambio de siglo:

«una huerta destinada a patatas, sita en el pago de Igueste y punto que llaman «Acoroma» [...] poniente camino que va á las vejeras» (BOC-1900).





En lo que respecta a la centuria del diecinueve existen, al menos, dos referencia acerca del topónimo Acoroma. El primer extracto pertenece a una deuda contraída por don Antonio de los Santos Pérez, vecino de Igueste, jurisdicción del lugar de Candelaria, en el año de 1848. En el cuerpo de la nota se especificaba que se había puesto como garantía de solvencia un trozo de huerta:

«[...] en el mismo pago de Igueste donde llaman La Coroma» (AL-1848).

El segundo extracto se refiere por otra parte a un traspaso de propiedades entre doña María Candelaria Pérez y doña María del Rosario Pérez, ambas moradoras del precitado pago de Igueste de Candelaria también, donde se hace constar una transacción de tierras:


«
en donde llaman Acoroma» (Al-1838). 






En lo concerniente al estudio de este singular apelativo, cabe destacar la labor del investigador don Juan Bethencourt Alfonso que recoge este nombre de lugar entre la segunda mitad y principios de los dos siglos antes citados. Así lo incluye  en su particular compilación de nombres de lugar de origen guanche bajo la siguiente calificación:

«
Acoroma. Loma y riscos en Igueste de Candelaria
».

En lo que respecta, finalmente, a la posible relación originaria del topónimo Acoroma o El Lomo Acoroma sugerimos que se tenga en cuenta y se compare, entre otras, con la siguiente voz : akrum
consignada en algunas hablas bereberes, cuyo significado, entre otros, nos remite a las siguientes partes del cuerpo humano o animal: 'lomo', 'espalda'.


En esta misma línea, sugerimos, asimismo, que se tenga en cuenta y se compare el mencionado término akrum y su derivado takrumt -palabras también consignadas en algunas hablas bereberes- con el término Tacoronte, secuenciado en el ámbito de estudio con el topónimo El Lomo Tacoronte (ver entrada relacionada [048] El Lomo Tacoronte), nombre de lugar ubicado en las medianías de la vecina jurisdicción del antiguo municipio de El Rosario.

Acerca del desglose y particularidades de los topónimos El Lomo Acoroma y El Lomo Tacoronte y su posible relación con términos del ámbito bereber, nos remitimos a la siguiente entrada genérica [100] Topónimos a confrontar.