miércoles, 15 de enero de 2020




Imagen del punto denominado La Piedra de los Valientes en Arico



La Piedra (de El Tablero)

 

[124] La Piedra (de El Tablero) (topónimo en desuso)


Nombre que designaba a un antiguo símbolo pétreo que mediante su pulseo servía para medir las fuerzas de los hombres que se prestaban a ello. La localización de la misma se ha perdido de la memoria colectiva, copando la posibilidad de hallarse en el punto donde se hallaba antiguamente el terrero de lucha de El Tablero [apróx. X: 368801 / Y: 3145328 / Z: 535] o en la zona que se denomina La Hoya de la Piedra [apróx. X: 369357 / Y: 3144880 / Z: 441], dentro del núcleo de El Tablero, antigua jurisdicción de El Rosario.

Toda la información reportada procede de una sola versión oral conservada entre algunas personas longevas del vecino pueblo de El Sobradillo, los cuales designaban a dicha estructura mediante estos dos términos: La Piedra o La Piedra del Tablero.

Las referencias orales en torno a la susodicha formación pétrea de El Tablero, que servía de ordinario para medir las fuerzas de los hombres del contexto, se conservó, preferentemente, en torno a la leyenda de una porfía gestada entre los jóvenes de los dos citados pagos de El Tablero y El Sobradillo aproximadamente a principios del siglo pasado.

Siguiendo los relatos orales, la contienda de la leyenda, que consistía en probar quién de los dos bandos era capaz de levantar y pulsar la citada piedra, se extendió entre los más esforzados varones de ambos pueblos, que no dilataron tiempo ni contemplaciones en entrenar para medir sus fuerzas. La mencionada porfía se celebró ante la mirada sólo de los presentes en la noche, como solía ser habitual antaño en los retos de fuerza, para que la hombría quedara solo en el secreto de los presentes.

Representando al pueblo de El Tablero se sucedió un notable grupo de varones, entre ellos algunos luchadores, al igual que en el bando de El Sobradillo. Sin embargo, en este último bando acudió entre los hombres una mujer,
María Flores, más conocida como cha María Flores, vecina del mismo pago, con residencia en las proximidades de El Cercado Corazón. Prosiguiendo con los relatos orales, la mencionada cha María Flores era una mujer fuerte, robusta y de anchas espaldas que era capaz de hacer los trabajos que, de acuerdo al rol del momento, estaban encomendados exclusivamente a los varones.

En el momento de la citada porfía, aprovechando la oscuridad de la noche y conociendo las fuerzas de cha María Flores, los varones de El Sobradillo vistieron a la citada tía María Flores con tradicionales atuendos de hombre:
pantalones de pinzas, camisa de cuadros remangados, un sombrero gacho que tapaba media cara y una pipa de fumar que disimulaba sus facciones. De esta manera pasó desapercibida y no levantó las sospechas entre los tablerienses que de otra manera se hubieran negado a medir sus fuerzas con una mujer.

El desarrollo del reto sucedió de la siguiente manera: ningún hombre, ni de El Tablero ni de El Sobradillo, fue capaz de levantar la piedra y pulsearla; sin embargo cha María Flores, vestida de hombre, fue la única persona que logró hacerlo ante la admiración de sus adversarios y entre la alegría y el disimulo de los luchadores de El Sobradillo, los cuáles, finalmente, se llevaron el orgullo de haber sido ellos quienes se llevaron la contienda.

Respecto a las piedras de pulseo en la isla de Tenerife, cabe destacar que existen algunos puntos con sus designaciones toponímicas que identifican estos símbolos de pulseo, ampliamente reconocidos por la tradición oral y en algunos casos por la propia historiografía que retrotrae al uso de alguna célebre piedra, como la denominada Piedra de los Valientes en Arico, a la época de los antiguos guanches. Más detalles acerca de esta temática y su relación con esta entrada en el asiento [100] Topónimos a Confrontar.

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