viernes, 2 de agosto de 2019




Las Piedras de Tasorma

 

[116] Las Piedras de Tasorma (topónimo en vías de desuso).

Topónimo que se halla localizado en la zona alta de Araya, municipio de Candelaria (X: 360210 / Y: 3140525 / Z: 1307)


Nombre de lugar de la región de Araya que, actualmente en vías de desuso, identifica una zona de cumbre, dominio de la franja de pinar, ubicada
a una cota aproximada sobre los 1300 metros sobre el nivel del mar. En esta mencionada área emerge un considerable dique en superficie que, a grandes rasgos, se trata de un afloramiento pétreo más largo que ancho que se extiende por una ladera en dirección nordeste, hacia el fondo de la cabecera del denominado Barranco de Chese.


Desde lo alto, la proyección del citado sistema rocoso dibuja una particular clarea pedregosa entre el dominio forestal de la masa de pinar, donde se disemina un
conjunto de formaciones pétreas, agrupadas entre sí o desagajadas por los efectos de los agentes erosivos. Muchas de estas grandes piedras aparecen quebradas, fragmentadas y desprendidas del afloramiento rocoso, adquiriendo la particular forma de bloques con caras poco rugosas y tendencia, por lo general, a ser cuerpos con forma plana y lisa.




En lo que concierne específicamente a este singular nombre de lugar, Tasorma, baste adelantar que solo hemos reportado de la tradición arayera una única variante: Las Piedras de Tasorma.Topónimo que no aparece reflejado en la obra de compilación de nombres de lugar de origen guanche clasificada por el investigador chasnero don Juan Bethencourt Alfonso, entre finales del siglo diecinueve y principios del siglo veinte. Sin embargo, en el cuerpo de la obra del mencionado autor sí aparece consignada la referencia a la palabra tasorma. Siguiendo al propio Bethencourt, se trataría de un guanchismo presente antiguamente en la tradición oral tinerfeña, término que el mencionado autor cita mediante varias notificaciones y observaciones, entre las que apuntamos las que siguen:



«Tasorma Llaman a los agujeros que existen entre dos lajas grandes, donde pueden ocultarse los conejos. La s se pronuncia como si fuera francesa ? [signo de interrogación] LLaman así a los agujeros ó las lajás ? [signo de interrogación]. Porque tambien la aplican á los montones de piedras que rulan y caen al pie de un risco, á una piedra grande ó lajón»



Tasorma. Juan Bethencourt Alfonso: Historia del Pueblo Guanche. Manuescrito original de la ULL




En otro pasaje, el investigador chasnero alude a la funcionalidad y utilidad de estos lajones arriba citados, cuya funcionalidad quedaba vinculada a útil, tipo soporte, dentro del ámbito doméstico:


«Al fabricar la cocina empotraban previsoramente en la pared la tasorma o soporte, un gran lajón con sobrante al interior que apoyaban en dos palo, y en otra dicha [tachado] tasorma que pocas veces era de madera, la colocaban sobre [tachado] preparaban un armazon de cuatro patas enterradas en el suelo sobre el que la colocaban que pocas veces era de madera; encima de ésta fijaban la muela solera (...)»



La tasorma. Juan Bethencourt Alfonso: Historia del Pueblo Guanche. Manuescrito original de la ULL



Más concretamente, en otro pasaje más, el investigador chasnero sintetiza de la siguiente manera la definición de la palabra tasorma bajo el significado de útil de apoyo para la constitución de una parte de la antigua cocina tradicional canaria :

«Tas,orma (fuerte la s),T. "La mesa del molino" y por extensión lo grandes lajones por emplearlos para dichas mesas"»


Tasorma. Juan Bethencourt Alfonso: Historia del Pueblo Guanche. Manuscrito original de la ULL



A modo de resumen, el investigador chasnero recopila un amplio abanico semántico para describir el mencionado guanchismo de tasorma que, identificaba, por un lado, tanto a las grandes lajas, como a aquellas que se desprenden de los riscos, como de manera un tanto dubitativa a los agujeros formados entre las mencionadas formaciones pétreas. Una definición que amplía más si cabe al abordar su utilidad en el caso del ámbito doméstico de la antigua cocina tradicional, al determinar la inclusión del guanchismo como soporte básico, a modo de banco de apoyo, tipo mesa, que se adosaba a un lado de la pared con la determinación que quedara encajonada y fija; soporte que, sobre varias patas que se elevaba del suelo, sirvió de poyo donde se asentaban las célebres piedras del molino, cuya funcionalidad fue convertir principalmente el grano de los cereales, una vez tostado,  en gofio en polvo.



d): tolda, caja, cajón o dornajo, sobre la que se asienta el molino de piedra
(ilustración de un molino tradicional de gofio EP 2001:50).







Actualmente el referido término de tasorma, adjudicado como hemos señalado por Bethencourt a la pieza doméstica que hace la función de tolda, caja o mesa sobre la que se asienta el tradicional molino de dos piedras, se halla practicamente en desuso. Posiblemente, cabe asumir, que se trate de una voz más del variado conjunto de denominaciones domésticas de origen guanche vinculadas con la cultura del cereal que, aún en la centuria del diecinueve, se conservaba en el acervo cultural del campesinado de la isla de Tenerife; un guanchismo que, todo parece suponer, feneció de la cultura popular por motivos ligados tanto a su falta de uso como ante la llegada de nuevas costumbres y hábitos a lo largo de la pasada centuria.






Como colofón a todo lo dicho hasta el momento, en lo que respecta al topónimo Las Piedras de Tasorma en sí mismo, cabría destacar la siguiente cuestión a considerar: tomando en cuenta todo lo citado por Bethencourt acerca de la precitada voz tasorma, en su formato de lajones, en casos, desprendidos de un afloramiento rocoso que rulan cuesta abajo, cabe la posibilidad que estemos en cierta forma ante una manifestación más de un guanchismo de uso extendido entre el campesinado tinerfeño en tiempos pasados que, en forma de topónimo, haya quedado fosilizado en la tradición arayera para designar, precisamente, al filón rocoso y pedregal fragmentado que yace en la mencionada ladera de la cumbre de Araya. A este suponer, se sumaría la proliferación general en este susodicho afloramiento rocoso de piedras de diferentes dimensiones con un formato de caras lisas y planas, tendentes a ser explotadas antaño como bancos de albañilería en la cocina tradicional isleña, sobre los que se componían, como hemos mencionado más arriba, las célebres piedras de moler el gofio.










En lo que se refiere, finalmente, a la comparación del citado nombre de lugar Las Piedras de Tasorma con posibles paralelos de origen bereber o amazigh nos remitimos a otras entradas posiblemente afines y al desglose de sus particularidades en la entrada del Blog [100] Topónimos a Confrontar.

[Entrada realizada por don Elías Torres y Marcos Reyes, más la colaboración en el estudio del entorno de José Perera López]
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