miércoles, 7 de agosto de 2019






El Ere del Negrito


[117] El Ere del Negrito (topónimo en vías de desuso).


Microtopónimo que se halla localizado en las medianías del municipio de Candelaria (X: 361305 / Y: 137862 / Z: 642)


Nombre de lugar que identifica un ere ubicado, a modo de referencia cardinal, al norte del denominado Charco Llano, al sur de El Barrero, al este del término de Jeva y al oeste del lugar conocido como El Negrito. Más concretamente, se halla localizado  en un tramo depresivo del denominado Barranco del Negrito, al pie de un salto, popularmente denominado El Saltaderito, abierto en sistema de semiabanico rocoso, donde proliferan higueras y pequeños cejos naturales aprovechados antaño como corrales para el ganado.







El mencionado Ere del Negrito recogía las aguas de las precipitaciones y escorrentías que, aguas abajo de la cuenca hidrográfica conocida, por extensión, como Barranco de la Tapia, confluían en almacenar las aguas en dicho depósito, preferentemente, durante el régimen de mayor pluviosidad anual, que correspondía a los meses de otoño e invierno. Como para otros casos similares, el ere funcionaba a modo de depósito natural de agua, previa filtración del líquido elemento entre el subusuelo de la roca madre y una gruesa capa de sedimentos de arenas en superficie que, a modo de cubierta natural, prevenía y conservaba el agua de la condensación.

Siguiendo a ciertas referencia orales el mencionado Ere del Negrito lograba albergar una capacidad aproximada que oscilaba entre los dies mil y los doce mil litros de agua, dependiendo del régimen de precipitaciones anuales. A causa de esta notable circunstancia fue un recurso utilizado, incluso en los meses del estío, por los moradores de los pagos próximos de Malpaís y Las Cuevecitas. Mediante varias sendas abiertas a tales efectos, los habitantes de estas medianías de Candelaria procedían a extraer el líquido elemento mediante el procedimiento tradicional de la excavación de un hoyo, aproximadamente de un metro de ancho, por el que iban descendiendo para proveerse del agua almacenada entre las capas de arenas. Así, lograban saciar la sed de personas y también animales domésticos en la época de ausencia de precipitaciones y de mayor insolación anual.


Acerca de este ingenioso recurso de captación de agua
entre los antiguos tinerfeños destinado a saciar la sed de la comunidad y el ganado, el eminente investigador chasnero Juan Bethencourt Alfonso dejó consignada algunas observaciones mismos en su obra. Particularmente, este topónimo genérico y sus derivados, ampliamente distribuido por toda la geografía insular, lo incluyó dentro del repertorio de nombres de origen guanche:

«Eres, Ere, Erales, designaban a los pequeños hoyor abiertos en los lechos arenosos de los barrancos que dan agua potable». existen centenares de eres en la isla».

Eres, Ere, Erales. Juan Bethencourt Alfonso: Historia del Pueblo Guanche. Manuscrito original de la ULL.

En lo que atañe, finalmente, a todo lo relacionado con este sugerente término, además de sus comparaciones con otros nombres de lugar afines y similares localizados en el espacio objeto de estudio, nos remitimos a lo comentado en las siguientes entradas relacionadas: [081] Los Eritos, [079] El Charco Lere, [077] El Charco Lerito, [073] El Ere de los Palos, [068] El Ere, [067] Los Charcos de los Neres, [032] Los Eres de Siete Fuentes y [02] Arejo (los Eres de Arejo). En este sentido, como ya han recalcado algunos especialistas en la materia, sugerimos que se tengan en cuentan, exploren y contrasten las siguientes voces de origen bereber o amazigh: Ereṣ, Ers, Iriẓ  con el significado de 'sumidero (agujero pequeño excavado en el suelo para sacar agua a 0,5-2,5 m de profundidad)', 'descender', 'agua encharcada o turbia'. Todo el desglose de este término y derivados aparece asimismo ampliamente detallado en la entrada general [100] Topónimos a confrontar.






[Entrada realizada por don Carlos Javier Castro y la colaboración puntual de Marcos Reyes]





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