Los Charcos de Chabaso
[115] Los Charcos de Chabaso (topónimo en vías de desuso). Var.: los Lavaderos de Chabaso, los charcos de Chipás.
Nombre de lugar que se halla localizado en las medianías de la jurisdicción de Candelaria, cercano al paso de una antigua senda que conectaba las medianías con el enclave del santuario de Candelaria (apróx. X: 365581 / Y: 3138787 / Z: 61).
Microtopónimo que actualmente se halla en vías de desuso, del que hemos reportado las siguientes designaciones de tradición oral: los Charcos de Chabaso y los lavaderos de Chabaso. Suponemos que la denominación los Charcos de Chipás y los lavaderos de Chipás, recogida en menor medida, tienen esta misma asignación por efectos de proximidad.
Esta singular composición, los Charcos de Chabaso, hace relación, como su propio agente principal en plural indica, a una serie de depósitos naturales de agua que se hallan localizados en el fondo de un tramo depresivo poco profundo, en un recodo cercano a la unión de las cuencas denominadas Barranco de Chabaso y Barranco de Chipás (ver entrada relacionada [120] Chipás).
De acuerdo a la tradición candelariera, estos depósitos naturales de agua lograban albergabar antaño el líquido resultante de las escorrentías de agua de lluvia, procedente de algunas barranqueras que confluían de la elevación próxima denominada La Mesa. De manera que, grosso modo, se trataba de depósitos de carácter irregular que, generalmente, solían conservar el agua de las mencionadas escorrentías durante la etapa de mayor pluviosidad que acompañaban durante las etaciones de otoño e invierno, principalmente.
Siguiendo a la tradición candelariera, esta circunstancia permitía que los mencionados depósitos fueran visitados regularmente como medio para hacerse con acopio de agua, pero, preferentemente, como punto utilizado a modo de pila de lavar las prendas o lavadero natural ampliamente gestionado por lo moradores, en especial las mujeres, de los caseríos más cercanos, al menos en la etapa más contemporánea. Para auxilio de este cometido, en repetidas ocasiones se colocaban a modo de diques de contención un entramado de ramas, piedras e incluso grava en el perímetro a naciente de los charcos, circunstancia que permitia contribuir a estancar las aguas a modo de sutiles pilas nanturales utilizadas para proceder al cometido de lavar y limpiar las prendas domésticas y de uso cotidiano.
Ahondando, por otra parte, entre los posibles paralelos de origen bereber o amazigh que pudieran contrastarse con el citado término los Charcos de Chabaso y por ende con el guanchismo denominado Chabaso (ver entrada relacionada [114] Chabaso), sugerimos que se tenga en cuenta y exploren, entre otros a detallar, algunos cognados procedentes de algunas hablas norteafricanas que, contando con la posible conformación del prenominal femenino o diminutivo ta, transformado por un fenómeno de palatalización en cha, pudieron participar en la formación del mencionado guanchismo de Chabaso . Entre estos términos anotamos los que siguen: abeẓ 'sumergir, bucear, empujar un objeto en un líquido'; bbeẓ 'sumergirse en un líquido, hundirse'; ebbeẓ 'sumergirse en un líquido, hundirse, sumergirse'.
Por lo demás, acerca del desglose de todas las hipótesis planteadas acerca de este término por algunos especialistas en la materia nos remitimos a lo comentado en la siguiente entrada del blog [110] Topónimos a confrontar.
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