jueves, 11 de julio de 2019

  Las Piedras de Guanajeno



[112] Las Piedras de Guanajeno (topónimo en vías de desuso).




Espacio que se halla localizado en la cumbre del municipio de Güímar (Apróx. X: 353321 / Y: 3133119 / Z: 2197).


Reportamos de la tradición oral una única variante de mentado término: Las Piedras de Guanajeno.


Este particular topónimo, Las Piedras de Guanajeno, designa, de acuerdo a la tradición oral, el área circundante y la peña rocosa que identifica un conjunto de piedras de gran tamaño que, apiladas entre sí, conforman un hito orográfico de singulares características.

Siguiendo las mismas fuentes, el emplazamiento que lleva por nombre esta área se señala entre las siguiente dos elevaciones de la cumbre de Güímar: la prominencia de Guadameña (ver entrada relacionada [105] Guadameña) y la elevación designada con el término de Izaña. En este contexto, hemos recogido tal denominación para dos puntos geográficos: uno sin determinar en la zona predicha y otro que recibe un mayor caudal de indicaciones para una pequeña formación rocosa de este mencionado contexto geográfico que se halla próximo al antes mencionado punto de Izaña.


A este respecto, llama poderosamente la atención que sólo hemos recogido este curioso término de la tradición oral de algunos moradores de avanzada edad del municipio de El Rosario. Frente a esta circunstacia, en cambio, entre los moradores de los municipios más cercanos a esta mencionada área, esto son, los naturales de Güímar y Arafo, por ejemplo, dicho enclave es conocido por estas otras denominaciones: Mal Abrigo, El Roque del Mal Abrigo, El Peñón del Mal Abrigo, Las Piedras del Peñón, El Roque del Peñón. Así se refleja incluso en algún dato consignado en las primeras décadas del pasado siglo veinte:



«[...] Mamio, Leres y Monteverde, sito término de la Orotava, entre los vértices comprendidos entre la Degollada del Topo, La Crucita y Peñón del Mal Abrigo [...] (EP-1921)»




Esta pléyade de denominaciones responden a dos circunstancias a tener en cuenta: en el caso de las variantes de El Peñón, se vinculan con la erección del mencionado objeto de estudio: la mencionada formación rocosa, mientras que, por otra parte, en el caso de las variantes compuestas mediante la composición Mal Abrigo se estructuran de acuerdo a la tradición oral en torno al origen de un antiguo asentamiento de carácter precario que adosado a unas formaciones rocosas sirvió antaño de resguardo, descanso y punto de encuentro para pastores, carboneros o colmeneros que transitaban esta zona de la cumbre.


Al contrastar ambas designaciones, las Piedras del Peñón o el Roque del Mal Abrigo, con el mentado término Las Piedras de Guanajeno parece avenirse como posible causa de esta circunstancia la siguiente propensión, ya adelantada por algunos investigadores (ver entrada [200] Introducción): la tendencia a que el nombre más antiguo, en este caso el término de origen guanche, se conserve mejor entre la tradición oral más alejada del entorno, frente al elevado grado de contingencia que reproducen los cambios históricos en la suplantación, contracción o deformación de nombres de lugar en la dinámica de la tradición oral más próxima al enclave.


En este sentido, además, consideramos que posiblemente un importante fenómeno que, de manera considerable,  redundó en conservar esta precitada denominación entre la tradición de los rosarieros, Las Piedras de Guanajeno,  se debió al hecho positivo de servir este hito rocoso como punto de encuentro y descanso, próximo a las antiguas y modernas vías de comunicación que ascienden a Las Cañadas del Teide.



Por lo demás, nos parece oportuno señalar lo que sigue: los casos de homonimia que se dan en función de esta misma composición Las Piedras de Guanajeno en dos sitios tan alejados como son la cumbre de La Esperanza (ver entrada relacionada ([042] Las Piedras de Guanajeno) y la cumbre de Güímar. Esta circunstancia nos induce a considerar la posibilidad que detrás de esta causa se halle un caso de topónimo genérico asociado a los fósiles del habla guanche, que puede incluso trasladarse a otras supuestas variantes en la isla como Las Piedras de Buenajeno (cfr.)


En lo que concierne, por otra parte, a los posibles paralelos dentro de las hablas de origen amazigh o bereber que puedan contrastarse con el citado topónimo Guanajeno, consideramos interesante no desdeñar la exploración de los siguientes supuestos. Tomando en cuenta la versión de algunos especialistas en la materia, que señala a la partícula guan procedente de una remota formación adscrita a un determinante indefinido y una partícula preposicional, wan, que, en el caso de la toponimia, adquiere por extensión la siguiente interpretación: 'el lugar de', sugerimos que se tengan en cuenta las siguientes sugerentes voces de origen amazigh para el nominal subsecuente ajeno (Guan-ajeno): Ajjen con el sucesivo étimo: 'lugar de agacharse [de animales domésticos delante de una tienda]', por extensión, en tanto que lugar de residencia 'campamento' (tienda o colección de tiendas)'; éhen / ahen, con el significado 'tienda (en piel)' en tanto que nombre que recibe la morada o habitación común y ordinaria en que aún viven algunas comunidades bereberes del Norte de África.

Asimismo consideramos oportuno no desedeñar tampoco la exploración  de una redundancia semántica en el guanchismo, dada la reiteración de topónimos homónimos mediante la construcción del nominativo pétreo en el caso de Las Piedras de Guanajeno (ver entrada relacionada ([042] Las Piedras de Guanajeno), de manera que, del mismo modo, sugerimos que se contrasten los siguientes radicales derivados del término protobereber ta-huhun-t: tehunt / tihuna con el significado de 'piedra / piedras'.



Finalmente, en lo que atañe al desglose pormenorizado de todas estas cuestiones citadas de Las Piedras de Guanajeno y sus posibles paralelos en las hablas de origen amazigh o bereber nos remitimos a la entrada [100] Topónimos a confrontar.


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